A la pregunta de dónde se originó el judaísmo, tanto los historiadores como los teólogos tienen la misma respuesta: en Palestina. Pero a la otra pregunta, cuándo surgieron las ideas monoteístas entre los judíos, responden de forma diferente.
Los historiadores creen que los judíos tenían una religión diferente antes del siglo VII a.C. Se llama la religión hebrea. Surgió en el siglo XI a.C. con la aparición de las clases y del Estado entre el pueblo judío. La religión hebrea, como todas las demás religiones nacionales, era politeísta. Los historiadores creen que los judíos no desarrollaron las ideas monoteístas en una religión hasta el siglo VII a.C., durante el reinado del rey Josías en Judea (sur de Palestina).
Según los historiadores, las fuentes indican no sólo la edad, sino también el año en que los judíos comenzaron su conversión de la religión hebrea al judaísmo. Fue en el 621 a.C. En ese año, el rey Josías de Judea promulgó un decreto por el que se prohibía la veneración de todos los dioses menos uno. Las autoridades comenzaron a erradicar enérgicamente los rastros de politeísmo: se destruyeron las imágenes de otros dioses; se destruyeron los santuarios dedicados a ellos; los judíos que sacrificaban a otros dioses eran castigados severamente, hasta la pena de muerte.
Según los teólogos, el judaísmo ya era practicado por los primeros hombres Adán y Eva. En consecuencia, el tiempo de la creación del mundo y del hombre fue al mismo tiempo el tiempo del origen del judaísmo.
Según los historiadores, los judíos se referían a este único Dios como Yahvé (Yahvé «el Único», «la Existencia»). Los adoradores opinan que no podemos decir que Dios se llamaba Yahvé, porque mientras la gente de aquella época lejana conocía el nombre de Dios, la generación actual, por una determinada razón histórica, no conoce su nombre.
Las confesiones en el judaísmo
Un manual internacional «Religions of the World» afirma que en 1993 había 20 millones de judíos en el mundo. Sin embargo, esta cifra parece poco fiable, ya que otras fuentes afirman que en 1995 y 1996 había como máximo 14 millones de judíos en el mundo. Por supuesto, no todos los judíos eran judíos. El 70% de los judíos viven en dos países del mundo: el 40% en Estados Unidos y el 30% en Israel. El tercer y cuarto país con más judíos son Francia y Rusia, con un 4,5% cada uno; el quinto y sexto son Inglaterra y Canadá, con un 2% cada uno. Un total del 83% de los judíos del mundo viven en estos seis países.
Hay cuatro denominaciones en el judaísmo. La principal denominación es el judaísmo ortodoxo. Se remonta a los orígenes del judaísmo como tal.
Los caraítas se originaron en Irak en el siglo VIII de nuestra era. Los caraítas viven en Israel, Polonia, Lituania y Ucrania. La palabra Karaitim' significa
lector’, `lector’. La principal característica de los caraítas es su negativa a reconocer la santidad del Talmud.
El jasidismo surgió en Polonia a principios del siglo XVIII. Hay jasidim dondequiera que haya judíos. La palabra Hasid significa «pío», «ejemplar», «ejemplar». Los jasidim exigen a sus adeptos la «oración caliente», es decir, que recen en voz alta con lágrimas en los ojos.
El judaísmo reformista surgió en la Alemania de principios del siglo XIX. Hay partidarios del judaísmo reformista en todos los países donde hay judíos. Lo principal en ella es la reforma ritual. Mientras que en el judaísmo ortodoxo, los rabinos (llamados ministros de la religión) llevan una vestimenta cultual especial durante el servicio, en el judaísmo reformista, realizan el servicio de paisano. Mientras que los rabinos del judaísmo ortodoxo dicen las oraciones litúrgicas en hebreo (la lengua hebrea), el judaísmo reformista las dice en la lengua del país donde viven los judíos: en Estados Unidos las dicen en inglés, en Alemania las dicen en alemán. Mientras que en el judaísmo ortodoxo las mujeres rezan separadas de los hombres (detrás de un tabique o en un balcón), en el judaísmo reformista las mujeres rezan en la misma sala que los hombres. Mientras que en el judaísmo ortodoxo sólo los hombres pueden ser rabinos, en el judaísmo reformista las mujeres también pueden serlo.
Los libros sagrados del judaísmo pueden dividirse en tres grupos. El primer grupo incluye un libro-volumen, que se denomina Torá (en hebreo, «ley»).
El segundo grupo incluye de nuevo un solo libro-volumen: el Tanaj. El tercer grupo incluye un cierto número de libros-volúmenes (y cada volumen contiene un cierto número de obras). Esta colección de libros sagrados se denomina Talmud (`Estudio’).
La Torá es el libro más importante y venerado del judaísmo. Todas las copias de la Torá desde la antigüedad hasta la actualidad están escritas a mano sobre cuero. La Torá se guarda en las sinagogas (como se llaman hoy las casas de culto judías) en un armario especial. Antes del servicio, todos los rabinos del mundo besan la Torá. Los teólogos agradecen a Dios y al profeta Moisés su creación. Creen que Dios entregó la Torá a la humanidad a través de Moisés.
El Tanaj es un libro-volumen, que consta de veinticuatro libros de obras. Y estos veinticuatro libros están divididos en tres partes, y cada parte tiene un título diferente.
El Talmud es un número de libros-volúmenes. En el original (escrito en parte en hebreo y en parte en arameo), reimpreso en tiempos modernos, tiene diecinueve volúmenes.